Sostenibilidad

Nos apasiona el mar y estamos comprometidos a proteger el futuro de nuestros océanos. Nos centramos en la producción a pequeña escala y en métodos de pesca responsables para que podamos seguir disfrutando del maravilloso pescado que nos regala el mar durante muchas, muchas generaciones.

Las conservas portuguesas son un manjar por excelencia, apreciadas en Portugal y en todo el mundo. Profundamente arraigadas en la cultura gastronómica portuguesa, consecuencia de los recursos naturales fácilmente accesibles en el extenso litoral del país y fruto de una cultura orgullosa de sus tradiciones y orígenes, las conservas de sardinas han acabado convirtiéndose en un icono nacional.

Como industria, tenemos el deber con el planeta y con las generaciones futuras de garantizar que nuestras acciones de hoy no comprometan el futuro y es a través de nuestra gestión de los recursos, nuestras conservas y la forma en que las presentamos como mostramos a quienes nos visitan el sabor del mar tal y como es, ¡vibrante y diverso!

Pesca sostenible

Con nuestras producciones de nicho y de alto valor añadido, reacias a la presión de la sobrepesca, garantizamos una explotación sana y controlada de los recursos marinos, protegiendo el abastecimiento de pescado y asegurando el buen funcionamiento de todo el ecosistema. Sólo así podremos seguir disfrutando de comidas rápidas, sabrosas, fáciles de preparar, sanas, versátiles, duraderas y fáciles de transportar y llevar de viaje.

No somos indiferentes a la riqueza y generosidad de los océanos. En el Mundo Fantástico da Sardinha Portuguesa (Mundo Fantástico de la Sardina Portuguesa) llevamos practicando un régimen de abastecimiento sostenible desde el primer día y esperamos obtener la certificación MSC para nuestras conservas de pescado en 2024, una importante etiqueta que certifica que nuestras fuentes de abastecimiento de pescado son confiables y de origen sostenible y certificado, garantizando que cada etapa de nuestra cadena de suministro es transparente.

Impacto social

Proteger la pesca también significa proteger los medios de subsistencia de los pescadores y de las numerosas mujeres que trabajan en la industria conservera.

Al crear el Mundo Fantástico da Sardinha Portuguesa (Mundo Fantástico de la Sardina Portuguesa), queríamos crear algo más que una marca de conservas; aspirábamos a ser un defensor activo de la gestión de los océanos, un promotor de la pesca responsable, un defensor de los pescadores y mujeres locales y un promotor de la sostenibilidad de la industria conservera portuguesa.

Cuando nuestra fábrica empezó en 1942, los métodos de producción eran artesanales porque esa era la norma para la industria conservera en Portugal. En la actualidad, la fábrica mantiene exactamente los mismos métodos de producción, pero por razones diferentes: todo el pescado se prepara delicadamente a mano por quienes han heredado un legado de conocimientos de generaciones. Mantener este legado es la clave del éxito. Es esta diferenciación la que permite ofrecer conservas de extraordinaria calidad y, en consecuencia, pagar justamente y garantizar la continuidad de los pescadores y maestros conserveros que se dedican a su arte cada día.